La economía circular, que consiste en reintroducir en la cadena productiva materiales recuperados en lugar de obtenerlos del medio natural, es uno de los pilares más importantes en los que se basa el binomio progreso y sostenibilidad.
Este principio, aplicable a residuos conocidos por todos como el vidrio o el papel, también es de una importancia capital en el caso de los residuos de la construcción.